Al finalizar la temporada el gremio se enfrenta al desafío de mantener los puestos de trabajo y ofrecerles facilidades a aquellos empresarios dispuestos a no demorarse en el pago de aportes y obras sociales.
Desde el Sindicato de Gastronómicos aseguraron que el “impulso de la temporada de verano” los deja “esperanzados” de cara al invierno, época en la que algunos sectores sufren considerables bajas en sus ventas. De todas maneras se mostraron dispuestos a reforzar las inspecciones para no perder fuentes de trabajo.
“Las expectativas para el invierno son buenas, el impulso de la temporada puede ayudar mucho a que no baje el trabajo en la ciudad”, señaló la secretaria adjunta del gremio, Nancy Todoroff, quien reconoce que la demanda laboral suele fluctuar una vez finalizado el verano.
“Muchos trabajadores que estaban efectivos empiezan sólo a hacer extras, mientras que en los hoteles sólo llaman a gente para eventos específicos”, explicó, dando cuenta de los cambios que se dan en la dinámica del mercado laboral invernal.
Mantener las fuentes de trabajo
Dado el panorama, Todoroff aseguró que el gremio se enfrenta al desafío de mantener las fuentes de trabajo para sus afiliados, por lo que se propusieron encarar un riguroso operativo de control como así también la implementación de planes de pago que fomenten al empleador a cumplir con los aportes.
En cuanto al panorama local, Todoroff asegura que, “afortunadamente”, el caso de la confitería Boston, en el que se registra un grave conflicto gremial y un fuerte rumor de cierre (ver aparte), es “el que se destaca”, y no una muestra de lo que ocurre en términos generales.
“Por el momento no hubo mayores reclamos y esperamos que se mantenga así todo el año”, señaló la dirigente.
Es que lo vivido el año pasado no dejó asentado un buen antecedente, muy por el contrario. Durante 2017 se llegó a registrar más de un centenar de comercios cerrados en la ciudad, entre los que se encontraban varios locales gastronómicos, muchos de los cuales eran considerados tradicionales para la historia de Mar del Plata.
“Estamos trabajando mucho en la calle, con muchísimos controles para evitar irregularidades en las contrataciones”, garantizó la dirigente y agregó: “Pero por supuesto que ayudamos al empleador que necesita de nuestro apoyo, y siempre estamos abiertos a establecer diferentes formas de pagos porque nuestro principal objetivo siempre fue y va a ser no perder fuentes de trabajo”.
Sin embargo, aseguró que las propuestas son ofrecidas a aquellos empresarios que “realmente no pueden”. “No a los que sabemos que son fuertes, que trabajan bien y que si no cumplen es porque están acostumbrados a trabajar así”, aclaró.
Obras sociales impagas
Según señaló Todoroff, el cumplimiento en el pago de aportes a las obras sociales son algunas de las cuestiones que más “complican” al gremio hoy en día y sobre lo que quieren trabajar a lo largo del año. “Es muy difícil sostener las prestaciones de esta manera”, reconoció y aseguró que algunas deudas alcanzan “cifras millonarias”.
Lo cierto es que no es la primera vez que la gremialista se pronuncia en relación a la falta de responsabilidad y compromiso por parte de los empresarios del sector gastronómico en la ciudad.
A fines de enero, el sindicato debió intervenir en el reclamo de los trabajadores de Perla Negra, un restaurante del centro comercial del Puerto, que había abierto sus puertas el 31 de diciembre, pero sus dueños -de Buenos Aires- habían “desaparecido”, sin garantizar el pago de los sueldos o mantener comunicación alguna con el personal, muchos de los cuales estaban prestando servicios desde noviembre.
En dicha oportunidad, Todoroff había asegurado a LA CAPITAL que “nunca” se había vivido una situación tan “inexplicable” en plena temporada, pero que sí era “común que a partir de febrero empecemos a tener muchos reclamos y bajas, o que los empleados se presenten a trabajar y el local haya cerrado las puertas”.
“El año pasado fue desastroso”
De todas maneras, también se había mostrado “positiva” ante la posibilidad de que este invierno no se repita lo ocurrido el año pasado. “Lo vivido la temporada pasada para esta fecha fue desastroso”, había asegurado.
En ese momento, y ante una situación que se repetía todos los veranos, también había sugerido la importancia de contar con una normativa municipal que regule el accionar de los empresarios y proteja a los trabajadores.
“Lo hablamos mucho con Mercedes (Morro, concejal por 1País) sobre la posibilidad de tratar de elaborar alguna herramienta para que el empresario que venga a invertir y a poner cualquier tipo de establecimiento tenga que garantizar la seguridad de los empleados o se comprometa a no irse y que sucedan estas cosas”, concluyó.